miércoles, 12 de julio de 2017

El Beisbol y la no Violencia

 

"He sido un deportista del beisbol: jugador, entrenador, árbitro y Presidente de mi proprio Club." 
El que aprende un deporte lo aprende para toda la vida aunque no siempre lo practique... eso sentí hoy al jugar con mis hijos.

"Más adelante les contaré mi experiencia del uso del beisbol como una técnica para el manejo de la agresividad, la socialización y el trabajo en equipo con jóvenes en alto riesgo."
Esta experiencia debería ser parte de un proyecto piloto para reducir o prevenir la violencia en jóvenes...

Esta es parte de mi historia de vida que recuerdo con grato placer:
"Pasando por un parque vi practicar a un grupo de jóvenes, dirigido por un adulto, el beisbol barrial. Me llamó mucho la atención  y me invitaron a jugar. Acá se presentó mi primer problema: era zurdo y no habían guantes para mi. Para los que no lo sepan, este deporte exige usar la mano no predominante (la izquierda para la mayoría) un guante de cuero y atrapar la pelota. Esto se hace para dejar la mano dominante, más fuerte, libre para lanzarla. Tuve que aprender a jugar con una guante puesto en la mano contraria, hasta que pude conseguir mi primer guante para zurdo (más costoso que los comunes). Me metí de lleno a este deporte, al punto de pasar todo el fin de semana en las canchas de beisbol. Estuve dedicado mas de 7 años en este deporte. Al cumplir la mayoría de edad pude pasar a jugar de un equipo de barrio a un equipo grande. El Club Nazca y finalmente a un club Histórico en el Callao: El Club Tigres, llegando a la primera división, lo cual era la mpáxima aspiración para todo deportista. Debo explicar que este deporte es sumamente complejo, tanto por las reglas como por el lenguaje que utiliza (todos los términos están en inglés).  Además es un deporte caro, por el costo de los materiales. Además es poco difundido en el Perú, pese a ser los TERCEROS A nivel MUNDIAL en la categoría infantiles (Niños). Hay pocas canchas en Lima, es practicado por gentes de Sectores A-B de ascendencia, japonesa o inglesa. Es decir, este deporte trae consigo muchas dificultades que lo hacen difícil practicarlo. Me dediqué con profundidad a este tema, pero no me quiero extender más en explicarlo sino pasar a l aplicación en la prevención de la violencia.

Luego de haberme dedicado mucho tiempo a este deporte (era conocido como el Zurdo Velez), decidí conformar mi propio equipo barrial. Vivía en una Unidad Vecinal céntrica del Callao (El Barrio de Santa Marina Sur). Habían jóvenes “tranquilos” así como algunos en riesgo. Me dediqué a entrenarnos en el parque y luego de un tiempo, decidí inscribirnos en un campeonato distrital. Conseguí Uniformes de  un Club de Voley, y la federación de Beisbol me donó guantes y materiales de una remesa de Japón. La tarea no fue fácil. El manejo de las reglas era el primer reto. Chicos con gran autoestima pero poca tolerancia a la frustración, donde el lenguaje físico (pelas) y verbal (lisuras) era difícil de controlar. Pese a ello, fuimos al campeonato y quedamos en tercer lugar de 18 equipos (un gran éxito). Claro que no faltaron los problemas de lisuras que terminaban en expulsiones de jugadores. No olvidaré los rostros de estos adolescentes, ahora adultos, desfilando en nuestro barrio, con el trofeo del tercer lugar. Luego de muchos años, cuando regreso a mi antiguo barrio, recibo el saludo de estos “chicos” y el respeto en la calle, ya que algunos terminaron en pandilla o en consumo. Pero no todos terminaron así. Algunos manejan su taxi o son cobradores y cuando ven, gritan a viva voz “Zurdo” o Profe”, lo cual me indica que la experiencia ha quedado grabada en sus recuerdos gratos y de respeto.

Al terminar mi carrera de psicología (recién egresado) me puse a trabajar como educador de Calle en un hogar en Ventanilla. Todos sabes que estos adolescentes son sumamente agresivos y rebeldes contra toda norma. Decidí retomar mis clases de beisbol, pero no como para entrar a una liga (iba a ser difícil porque muchos de ellos no tienen ni identificación). Consideré usar este deporte como proceso terapeútico y de manejo de la agresividad (no violencia, que no es lo mismo). Es claro que no fue nada fácil, porque ellos preferían lo que ya conocía, que era el futbol, sin embargo, logré convencer a un grupo y estos jalaron al resto. La playa era nuestro campo, y creamos nuestras bases (postas), consiguiendo gracias a algunos amigos ex beisbolistas algunos implementos. Este deporte, desde mi punto de vista, es uno de los más integrales que se aplican. Acá exige que todos los sentidos, en la misma exigencia, se unan para la coordinación total del cuerpo. Dos manos (una débil para coger la pelota y otra fuerte para lanzar); dos ojos para ver una pelota que atraviesa a 120 KM por hora a su lado y golpearla con una bate de aluminio; dos piernas fuertes para correr 25 metros en 12 segundos; pulmones para resistir; velocidad para correr y arrastrarse, voz para comunicarse, etc. Es un despliegue total de todo el cuerpo en una armonía impresionante. Hasta el más delgado tiene habilidades para esto (no es fuerza, es astucia). Pero la mayor riqueza de este deporte está en el sentido de unidad y trabajo en equipo. Se enfrenta un jugador contra 9 en el campo. Cuando la pelota toca el campo, estos 9 jugadores se mueven de forma coordinada: unos para coger la pelota, otros para cubrir, por si acaso se le pasa, otros para proteger la base, otros para proteger a este último por si se le escape, etc.  

El que un joven que vivó en la calle sólo y dependía únicamente de si mismo para sobrevivir, en el beisbol, debía confiar y cubrir a su compañero. Que estos chicos cumplan las reglas del deporte, que de por sí, son difíciles, que cumplan la indicación de un adulto de como jugar, incluso el sacrificio de dejarse expulsar para que su equipo obtenga un punto (carrera) fueron estos grandes logros que se obtuvieron de estos jóvenes.
EL deporte para la vida, donde el juego no te exige contacto directo con el jugador del equipo contrario (no lo toca), donde se enfrenta no a las personas sino a un objeto llamado pelota con un bate de aluminio, donde debe dejarse conducir por el resto de su equipo. Esta es la riqueza de este gran deporte, poco valorado en el Perú y poco aprovechado por los adultos, los educadores, lo padres de familia y las autoridades municipales.
Estoy convencido y lo he demostrado en la práctica que este deporte, el Beisbol o baseball pudo contribuir a la mejora de un grupo de jóvenes en el manejo y control de su energía agresiva, la integración como equipo y la convivencia pacífica entre ellos ,basada en el respeto y con alegría ya que la letra con risa entra.

Tengo la esperanza que en algún momento regrese a esta experiencia tan rica. Aún guardo mis guantes de zurdo, algunas pelotas oficiales, bates, mascarillas, pechera y la experiencia vivida ya que lamentablemente no tengo fotos de esa época. Sin embargo los amigos de esos años aún están vivos  así como nuestra amistad a la distancia, que es lo que te deja al final este deporte.

ESTE DESEO DE QUE EL BEISBOL SEA UN DEPORTE EDUCATIVO NO VIOLENTO AUN SIGUE DENTRO DE MI Y ME SIENTO EN LA OBLIGACIÓN DE EDUCAR A MIS HIJOS E HIJAS E INCLUSO NIETOS A PRACTICAR ESTE DEPORTE...SOLO REQUIERO DE FUERZAS PORQUE LA MOTIVACION SIGUE DENTRO DE MI!!!!

Nuestro refugio temporal!!!

Cuando eramos niños, muchos de nosotros tuvimos un refugio temporal. al sentirnos tristes, nostálgicos, apenados e incluso preocupados nos fuimos a un espacio determinado de la casa o a una actividad individual para sentirnos bien. Se entiende por refugio un lugar o circunstancia temporal que nos brinda acogida, calma, espacio para uno mismo y que nos permite reflexionar con calma y sin prisas antes de actuar.Recuerdas cual era tu refugio temporal? 
Pero el refugio no es sólo un espacio físico. Hay jóvenes que se refugian en la música, en el deporte, en el baile, en la comida y ahora incluso en las redes sociales o los celulares. Pese a ello, se tiene conciencia que es temporal, que tenemos que volver a nuestra realidad, a enfrentarla de todas maneras. Aunque en el fondo quisiéramos que ese refugio sea nuestra lugar de toda la vida, nuestra zona de confort, nuestra tierra de “Nunca Jamás”, donde están los niños perdidos que no crecerán para vivir como adultos.Las personas que sufren violencia, cuando lo requieren, son ubicados en hogares de refugio temporal. Los niños abandonados van a un albegue temporal. Los niños de la calle los ubican en una Casa de Acogida o en una Aldea Infantil. Con ello, pensamos que son casos extremos, pero casi todos hemos ido a nuestro refugio temporal de niños e incluso de jóvenes y adultos volvemos a ellos y nos sentimos nuevamente niños acogidos. 
El hogar familiar es el refugio temporal donde regresamos para curarnos de nuestras heridas, se dice. El Campamento, es el refugio de muchos jóvenes que van los fines de semana para sentirse personas de bien, colaboradores, voluntarios, amigos estimados y apreciados. El lunes deben enfrentar sus grandes problemas como: un examen bimestral, o las discusiones con su hermana o la separación de sus padres. Pasan de ser personas muy importante a ser uno más del grupo. Pero no sólo los niños y jóvenes van a sus refugios. Muchos adultos también lo tienen, incluso sin ser fin de semana. Me refugio haciendo crucigramas o yendo al gym al salir del trabajo o incluso al reunirme con mis amigos y no hablar de trabajo.Los fines de semana puedes decir: “Me voy al club” o “me voy a jugar mi deporte”, “me voy al gym”, etc. Ese espacio nos permite no sólo liberar toda la tensión de la semana, sino poder recargarnos animicamente para volver a enfrentar la vida el día lunes. Nos damos cuenta que nuestro refugio temporal es importante y necesario para todas y todos, sin importar si somos niños, jóvenes o adultos, si somos conscientes que sólo será eso: temporal, para recargarnos, recuperarnos, tomar aire profundamente, cambiar la óptica de la cosas y dar la cara a la vida, de frente. 
Cual es tu refugio temporal???

LA IMPORTANCIA DEL PSICOLOGO EN LOS EQUIPOS DEPORTIVOS [1]

El ser humano está en constante cambio, como una forma de irse adaptando al mundo en el que vivimos y que es cada vez más acelerado.
El entrenamiento deportivo no está exento de esto y como proceso pedagógico dirigido a lograr los más altos resultados de los deportistas, requiere de una adecuada dirección, al condicionarse un elevado nivel inherente al desarrollo físico, técnico- táctico, psicológico y teórico del deportista, que lo implica total e inevitablemente como un ser psicológico en tanto, se comporta según sus condiciones de ser humano, con una psiquis que lo guía y lo regula en esa actividad de acuerdo a la forma en que haya sido educada y desarrollada.
Diferentes autores, se han referido a la preparación psicológica como eslabón importante en la preparación general del deportista, Balaguer (1994), refiere que la preparación psicológica por sí sola no proporciona una mejoría del rendimiento si las condiciones físicas, técnicas y tácticas necesarias no están presentes. El autor Martinó (2008) expresa: “La preparación psicológica es, pues, el colofón de la preparación de los jugadores (…), implicando en sí, todos los tipos de preparación (…).” Asume además que la insuficiencia en la preparación psicológica puede ocasionar falencias físicas, técnicas y tácticas, que traen como consecuencia el fracaso en el juego.
Otros autores, entre ellos Veloso, Rodríguez & Bello, señalan que la preparación psicológica es el proceso dirigido al desarrollo de un conjunto de cualidades y habilidades psíquicas del deportista con el fin de crear un estado de disposición óptimo, que garantiza su actuación acertada y confiable, tanto en condiciones de entrenamiento como de competencia.
Por su parte Cañizares (2008) expresa que: “La preparación psicológica está dirigida a optimizar los procesos y cualidades psíquicas del sujeto para lograr la disposición requerida que le permitirá enfrentar con éxito la asimilación de las cargas del entrenamiento y su participación en la competencia deportiva.” 
Como se aprecia, los autores consultados acerca del tema, coinciden al plantear que la preparación psicológica forma parte del contenido de todos los períodos y etapas que comprende el proceso de entrenamiento deportivo y se orienta a la creación, mantenimiento y recuperación del estado de disposición psíquica del deportista para participar en competencias y mostrar un mejor resultado.
Las tareas primordiales a desarrollar por el psicólogo del deporte, estarían encaminadas a orientar al entrenador sobre temas relacionados con el manejo de comunicación, uso de refuerzos, además de forma muy específica la motivación y la metodología del entrenamiento.
Del mismo modo, Sainz (2010) plantea que los Psicólogos son los responsables de: “Asesorar y controlar el proceso de la preparación psicológica de forma eficiente en los equipos deportivos, interviniendo de forma directa en aquellos casos que se presenten dificultades poco comunes, que requieran de su participación directa, por exceder la amplitud o naturaleza del problema constatado a los conocimientos y habilidades del entrenador, siempre que así lo solicite.” 
En tal sentido, García acota que: El psicólogo del deporte es un colaborador del entrenador en pos del rendimiento deportivo, al igual como se entrenan las habilidades físicas lo mismo ocurre con la habilidades psicológicas (cognición, emociones, conducta, motivación, activación, conciencia, imaginación, concentración de la atención, comunicación) el control de estas variables nos aseguraran el futuro éxito deportivo.
Como se aprecia, los autores consultados comparten la idea de que el psicólogo del deporte constituye un asesor y colaborador del entrenador en aquellas tareas inherentes a la gestión del componente psicológico en los deportistas.
Por su parte, Acosta (2004) considera que la intervención del psicólogo durante el proceso de entrenamiento debe ocurrir de manera sistemática para fortalecer el sentimiento de competitividad de él o los deportistas, reforzando así la autoestima. Agrega que: “(…) debe ser capaz de provocar cambios actitudinales en sus deportistas favoreciendo un clima psicológico positivo, descentralizando un poco el control y trasladándolo parcialmente a los deportistas, (…), y generalizando tareas de entrenamiento muy particulares hacia la cooperación y la integración del grupo.”
En resumen, las funciones del entrenador refiere a que son los responsables -con la asesoría axiomática del especialista en Psicología- de planificar, organizar, ejecutar y controlar de forma integral y sistemática las tareas de la preparación psicológica del deportista con su equipo.
Las funciones del psicólogo del deporte, son de brindar asesoría sistemática al entrenador durante el proceso de preparación psicológica en los equipos deportivos, interviniendo de forma directa en aquellos casos que requieran de su participación por exceder la profundidad del problema constatado a los conocimientos y habilidades del entrenador, además de controlar consecuentemente dicho proceso de preparación.
Es evidente que aún la mayoría de los deportistas y equipos, no disponen de un especialista en psicología deportiva, de ahí que los entrenadores requieran de una superación sistemática y actualizada en los contenidos de esta rama, los que le resultan imprescindibles para garantizar un proceso de intervención pedagógica de más calidad, sin que esto signifique hacer roles de psicólogos.
Conclusiones
    Hoy, el reto es avanzar en lograr un mínimo común denominador que convoque a los profesionales que integren el cuerpo técnico y médico a un mismo y único objetivo, donde el deportista sienta que los discursos -tanto del entrenador como del especialista en psicología no son antagónicos- sino una integración para que el deportista optimice el rendimiento que lo conduzca a la obtención de mejores resultados deportivos.



[1] Elaborado por Luis Vélez Huatay, Psicólogo Social y especialista en el trabajo con adolescentes y jóvenes.