viernes, 13 de agosto de 2010

Día y Año Internacional de la Juventud 2010-2011

Amigas y amigos:

El 17 de diciembre de 1999, la Asamblea General (resolución 54/120) aprobó la recomendación de la Conferencia Mundial de Ministros de Asuntos de la Juventud (Lisboa, 8 - 12 de agosto de 1998), para que el 12 de agosto fuera declarado Día Internacional de la Juventud.

Este año, el Día Internacional de la Juventud es un día particularmente importante para los jóvenes de todo el mundo. En diciembre de 2009, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó la resolución A/RES/64/134 en la cual proclamó que el Año Internacional de la Juventud comienzaría este Día Internacional de la Juventud (12 de agosto de 2010).

En consonancia con el tema del Año Internacional, el tema del Día Internacional de la Juventud de este año es «El diálogo y la comprensión mutua». La elección del tema refleja la valoración por parte de la Asamblea General de la importancia del diálogo entre los jóvenes de diferentes culturas, así como entre distintas generaciones.
Los invito a visitar la página web de NNUU donde se reconoce la labor de los jóvenes del mundo a diversos temas y donde pueden sumarse en esta Campaña de Diálogo y comprensión mutua.

http://www.un.org/es/events/youthday/
Mensaje del Secretario General de NNUU 2010

Este 12 de agosto, al tiempo que conmemoramos el Día Internacional de la Juventud, damos comienzo al Año Internacional de la Juventud, cuyo tema será «Diálogo y comprensión mutua».

Las difíciles condiciones sociales y económicas que estamos viviendo justifican que prestemos especial atención a la juventud. El 87 por ciento de las personas de 15 a 24 años vive en países en desarrollo. La crisis económica mundial ha tenido efectos desproporcionados en los jóvenes. Estos han perdido empleos, han luchado por conseguir trabajos poco remunerados y han visto limitado su acceso a la enseñanza. En momentos en que la economía empieza lentamente a estabilizarse, debe darse una importancia fundamental a las necesidades de los jóvenes.

Se trata de un imperativo moral y una necesidad de desarrollo. Es también una oportunidad: la energía de los jóvenes puede estimular economías deficientes. Me siento continuamente inspirado por la buena voluntad, el talento y el idealismo de los jóvenes que tengo la ocasión de conocer en diversas partes del mundo. Los jóvenes están haciendo contribuciones importantes a nuestra labor para erradicar la pobreza, contener la difusión de enfermedades, luchar contra el cambio climático y alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio. Pido a los Estados Miembros que aumenten sus inversiones en los jóvenes para que estos puedan hacer una contribución aun mayor.

Durante el Año Internacional, las Naciones Unidas y sus organizaciones juveniles asociadas se centrarán en la necesidad de fomentar el diálogo y la comprensión entre las distintas generaciones, culturas y religiones. En un mundo en el que diferentes pueblos y tradiciones están estableciendo relaciones más estrechas y frecuentes que nunca antes en la historia, es crucial que los jóvenes aprendan a escuchar atentamente, solidarizarse con los demás, reconocer opiniones divergentes y resolver conflictos. Pocas tareas son más importantes que la de fomentar estas aptitudes y educar a los jóvenes en los derechos humanos, pues ellos no son sólo la generación de líderes del futuro, sino también partes interesadas fundamentales en el presente. Reconozcamos que las generaciones mayores pueden aprender mucho de las experiencias y ejemplos de jóvenes que llegan a la edad adulta en un mundo de acelerada interconectividad.

En el comienzo de este Año Internacional, reconozcamos y celebremos todo lo que los jóvenes pueden hacer para construir un mundo más seguro y más justo y redoblemos nuestros esfuerzos por incluir a los jóvenes en las políticas, programas y procesos decisorios que benefician su futuro y el nuestro.


¿Por qué la juventud?

Las Naciones Unidas definen a los jóvenes como personas de entre 15 y 24 años de edad. Actualmente, los jóvenes representan el 18% de la población mundial, es decir, 1.200 millones de personas. El 87% de ellos viven en países en desarrollo y afrontan problemas generados por el acceso limitado a los recursos, la atención de la salud, la educación, la capacitación, el empleo y las oportunidades económicas.

Los Estados Miembros de las Naciones Unidas son conscientes de que en todos los países los jóvenes son un recurso humano fundamental para promover el desarrollo, un cambio social positivo y la innovación tecnológica. Sus ideales, su energía y su visión son esenciales para el desarrollo continuo de sus sociedades.

Los jóvenes no son simples beneficiarios pasivos, sino agentes efectivos del cambio. Dedicados, entusiastas y creativos, los jóvenes han estado contribuyendo al desarrollo al ocuparse de las cuestiones más difíciles de la sociedad.

Los esfuerzos de los jóvenes han contribuido a luchar contra la pobreza y el hambre en sus comunidades, a poner freno a la pandemia del VIH/SIDA mediante la educación entre pares y a promover la protección del medio ambiente. También han sido pioneros en el fomento del diálogo, la comprensión y el respeto entre personas de procedencias culturales y religiosas diversas.

Los jóvenes a menudo dan el ejemplo adoptando estilos de vida ecológicos y saludables, promoviendo usos innovadores de las nuevas tecnologías, aprovechando los dispositivos electrónicos móviles y las redes sociales en línea y salvando brechas para fomentar el desarrollo de sociedades inclusivas. Sus contribuciones al desarrollo en los planos comunitario, nacional, regional y mundial se deben reconocer y alentar.

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