miércoles, 10 de diciembre de 2008

VALE LA PENA APOSTAR POR LOS JÓVENES?

Estimados amigos:

A muchos de ustedes les llamará la atención el título de mi escrito, pero es una pregunta que nos debemos hacer cada cierto tiempo los que trabajamos con y para los jóvenes. Esto parte, no sólo de reconocer el valor del sector joven como desarrollo de un país, sino es ir un poco “más allá de lo evidente”. Es ir atrás de las apariencias que nos presentan las personas.. que hay atrás de todo esto?, hay coherencia de lo que se dice con lo que se hace?. Esa labor es la que he venido desarrollando, tanto en el CPJ como en otros espacios juveniles donde acompaño.

¿Porque este joven cuestiona a los corruptos? sin embargo, usando su “aparente poder”, quiere obtener beneficios personales o de sus allegados!! Es algo que vemos todos los días con jóvenes que acompañamos permanentemente pero que aún no han hecho la diferencia del resto de personas. Entonces uno se hace la pregunta: realmente he podido influir en este joven para que haga el cambio o no he llegado a él?

Cuando trabajaba en un Hogar con niños y adolescentes de la calle, una condición para el equipo técnico era tener buena tolerancia a la frustración... Es difícil poder aceptar que el trabajo de un año de dedicación con un menor para volverlo a incorporar a la sociedad, se termine con una noche de fuga y luego encontrarlo en la calle sucio y drogado... El trabajo vuelve a comenzar de cero sin saber cuando volverá a sucederte lo mismo... Debes de estar preparado para eso, así como aceptar que hay un porcentaje de jóvenes que no cambiarán por más cosas que hagas... pero felizmente son los menos... pero hay!!!

Del mismo modo, mi paso laboral por el Centro Juvenil de Rehabilitación de Lima (Conocido como Maranguita), me hizo entender que dentro de esa aparente maldad de los menores infractores de la Ley, se esconde un gran afecto negado por ellos, pero presente si saber encontrarlo. Sin embargo es triste ver a personas que trabajan con ellos sin tener la más mínima esperanza de que estos jóvenes puedan cambiar. He allí uno de mis principios: “Creer en el cambio y tener esperanza en los jóvenes”.

Y a que viene todo esto? Es por dos cosas. En primero lugar, se han dado una serie de conductas manifiestas de jóvenes CPJ y no CPJ que siguen afectando la imagen de la Juventud y tras ello a los que trabajamos con jóvenes. Es triste aceptar que un joven te diga que es consciente del gasto que hace el estado para apoyar a los jóvenes y sin embargo te pida el mejor hotel y la mejor comida para su estadía... o te quiera pasar boletos que nunca compró, o lo que es peor, que adulteró, o hace llamadas del hotel que no paga y luego las niega o por último que te confirma su asistencia a un evento y al final se pierden los pasajes aéreos o terrestres. Ese tipo de cosas son las que nos hace pensar sobre nuestro tiempo invertido con el trabajo juvenil (considerando que restamos de “nuestro” tiempo familiar, personal, sentimental para dar más al trabajo) y nos decimos por dentro: Vale la pena seguir insistiendo en esta labor? Reconocen o valoran ellos lo que se trata de educarles? Obviamente que mi respuesta sigue siendo “SI VALE LA PENA” ... pero hasta cuando o por cuantos?? Es como cuando la marea arroja a la orilla miles de estrellas de mar y tu quieres devolverlas al agua para que no mueran. Cuantas podrás arrojar?? Podrás con todas? Quizás no, pero por lo menos debes sentirte bien sabiendo que la estrella que tienes en la mano en ese momento previo antes de lanzarla, SI se salvará.

Por otro lado, considerando que se acerca un proceso electoral de un nuevo consejo Directivo del CPJ, quiero apelar a su criterio.

La intención es tratar de entrar a su conciencia y nivel de responsabilidad pero no para influir en ustedes sino que ustedes influyan en si mismos, busquen la mencionada y necesitada riqueza moral que todos llevamos dentro, unos más dentro que otros.

Es un llamado a la conciencia. y esto con la intención de lograr un proceso más puro y cercano a lo ideal...

Esto parte por plantearles una estrategia diferente para generar criterios de una mejor seleccion/elección de los nuevos miembros del CD.. quizás ponerles al frente a su misma imagen para que se vean a si mismos quienes son y no quienes creen que son, o quienes desearían ser en el futuro.

Pero además que no sólo se vean a si mismos sino que sean concientes de cuantos están detrás de ellos.. me refiero a cuantos afectarían su mala o buena decisión de asumir un cargo en este proceso histórico de tratar de influir en la vida de millones de personas.

Ya muchos sabrán que yo sólo los voy a acompañar hasta fines de agosto (esta no es una despedida... aún) y quisiera irme con gran orgullo del trabajo, no mío sino el de ustedes, de saber que en algo se pudo contribuir a una gesta de nuevos ciudadanos más coherentes y sinceros, con capacidad y espíritu solidario. Es así como poco a poco se van creando a los nuevos ciudadanos que nuestro país necesita.

Los espero en la Plenaria para poder hablar con cada uno de ustedes, mucha suerte.

Luis Vélez
Acompañante

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